Relación entre el ambiente laboral y las enfermedades de trabajo

 

Relación entre el ambiente laboral y las enfermedades de trabajo

La Revolución Industrial ocasionó cambios espectaculares sobre las condiciones de vida y salud de los trabajadores, razón por la cual diversos investigadores, franceses, alemanes e ingleses - identificados con la causa de los trabajadores-, comenzaron a estudiar el impacto de esta sobre la salud de la población trabajadora. Marx y Engels dedicaron gran parte de su obra a analizar los efectos sobre la salud de los trabajadores como una de las expresiones concretas de la explotación capitalista. También lo destacaron otros autores como Villerme, Guérin, Penot y Benoiston de Chateauneuf entre otros.

 Es importante considerar en este análisis cómo desde el discurso sanitario se ha explicado la salud-enfermedad de la población. La visión médica dominante o modelo médico, identifica la enfermedad como el resultado de la acción de agentes específicos, que son los riesgos, y su solución se centra en la acción curativa y preventiva a partir del estudio de la enfermedad. En el caso de la medicina del trabajo tradicional, este modelo tuvo y aún tiene un amplio dominio, es la práctica médica que busca una relación unicausal entre el ambiente de trabajo y sus consecuencias sobre la salud, tanto en el caso de las enfermedades ocupacionales como en los accidentes de trabajo.



Este modelo médico aún no ha superado la visión unicausal, a pesar de haber desarrollado propuestas multicausales explicativas del proceso salud-enfermedad y de haber incorporado en su análisis los aspectos sociales, aún no llega a la comprensión del verdadero significado de lo social, por cuanto una parte importante de la relación salud trabajo es ubicada fuera del trabajo, se restringe a los riesgos físicos, químicos, biológicos y mecánicos, a los que trata de dar respuesta desde la prevención vista ésta como un proceso exclusivamente técnico, desvinculado de las relaciones de la producción. Y cuando fallan los mecanismos de prevención utilizados, procede a la indemnización, siendo muchas veces esta última la de mayor peso en las políticas patronales.2 Este modelo se sustenta en la epidemiología clásica donde lo social es reducido a un simple factor ambiental, ajeno e independiente del trabajador. Trata la enfermedad antes que la salud, la enfermedad antes que el paciente, los síntomas antes que las causas, las causas individuales antes que las sociales y las enfermedades orgánicas antes que las funcionales.

De esta manera se oculta el origen social de los problemas de salud y se esconde la responsabilidad que tienen los grupos dominantes en la generación y mantenimiento de las condiciones de trabajo atentatorias contra la salud.

TRABAJO, SALUD Y MEDIO AMBIENTE: UNA RELACIÓN COMPLEJA OBLIGADA A ENTENDERSE

Cada vez resulta más fácil argumentar que el modelo de desarrollo actual está asentado en una lógica productivista, consumista y contaminante a unos ritmos inasumibles para la naturaleza, en un mundo con recursos limitados. El mantenimiento de los puestos de trabajo cada día estará más ligado a que la actividad de las empresas sea sostenible,(1) es decir, que no dañe el entorno ni entrañe riesgos para la salud de la población, ya sea como resultado de la presión externa social, la obligación legal, fruto de la competencia económica o como imposición de única forma de salvar el planeta.

Todo ello puede generar tensiones sociales que es necesario comprender bien para que los gobiernos e instituciones den una respuesta social y laboral adecuada. Los grandes retos a abordar ahora son cómo activar esta necesaria reconversión ambiental, cómo hacer que la gestión sea socialmente justa y que cuente con una amplia participación y apoyo social.

Una relación, la de trabajo y medio ambiente, que está obligada a entenderse. ¿Y la salud dónde queda en todo esto? ¿Puede la salud laboral jugar un papel importante en el acercamiento de posiciones? ¿Cómo y hasta qué punto? ¿Qué se necesita para ello? Estas parecen preguntas pertinentes a tener en cuenta cuando se habla de la interacción entre trabajo, ambiente y salud; si bien aquí sólo se llegan a esbozar algunas ideas.

Dimensión de la salud laboral. Oficialmente, el total de población activa en todo el mundo se aproxima a los 3.000 millones de trabajadores/as, la mitad de la población mundial, y se estima que el 50% lo hace en condiciones no saludables. A lo largo del planeta, se producen unos 270 millones de accidentes laborales anualmente y alrededor de dos millones de mujeres y hombres mueren cada año a causa de formas insostenibles de trabajo, aunque se considera que hay un gran número de casos de enfermedad laborales que afectan a las mujeres que no se contabilizan en este balance. En total, tres muertes cada minuto, 5.000 cada día (PNUMA, 2007).

La salud laboral (como parte de la salud pública) se ha desarrollado desde la premisa de que las enfermedades, discapacidades y muertes atribuibles a las condiciones de trabajo son, en todos los casos, sucesos evitables. No es aceptable una cáustica de infortunio por el hecho de trabajar.

En el estado español se contabilizan un 20% del total de los accidentes de la Unión Europea. En 2007 murieron 1.167 trabajadores por accidentes de trabajo, según el Anuario de Estadísticas del Ministerio de Trabajo e Inmigración, y sin contabilizar ninguna muerte por enfermedad profesional. En cambio un estudio del Instituto de Trabajo y Ambiente y Salud de CCOO (ISTAS) sobre las enfermedades laborales en España señalaba que en 2004 14.016 hombres y 2.109 mujeres habían muerto por enfermedades relacionadas con el trabajo, y se habían producido una media de 80.000 casos nuevos de enfermedad laborales. Ese año las estadísticas oficiales registraron sólo 2 muertes por enfermedades laborales (ISTAS, 2007).

Paradójicamente, en la UE y en el mundo en general, ha mejorado en la esperanza de vida y, sin embargo, ha crecido la desigualdad a consecuencia de las condiciones de trabajo.

¿Por qué? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo sólo el 10-15% de las y los trabajadores tiene acceso a servicios básicos de salud laboral. Entre un 5 y un 10% de esos trabajadores se encuentran en países en desarrollo y de un 20 a un 50% en los países desarrollados.

La siniestralidad laboral está invisibilizada por parte de las instituciones y poderes económicos. Las dificultades propias del desarrollo de la salud laboral y de la prevención de riesgos laborales en toda su potencialidad condicionan y merman su posible capacidad de acción en relación a las preguntas que antes planteábamos.

 

FUENTES

·       Gabaldón,A.. (2006). Relación salud-trabajo y desarrollo social: visión particular en los trabajadores de la educación . Enero 27, 2021, de RevCubana Salud Pública Sitio web: http://scielo.sld.cu/pdf/rcsp/v32n1/spu12106.pdf

·       Carreras, J.. (Junio 11, 2009). Trabajo, medio ambiente y salud: Retos y oportunidades desde la óptica de la salud laboral. Enero 27, 2021, de ecologíaPolitica Sitio web: https://www.ecologiapolitica.info/?p=4929#:~:text=Los%20lugares%20de%20trabajo%20son,m%C3%A1s%20limpios%20y%20menos%20contaminantes.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

UNIDAD 3 - ERGONOMÍA 3.1. Concepto de antropometría

¿Qué es la mercadotecnía? Sus objetivos y funciones- Diapositivas